Una de las principales barreras a las que nos enfrentamos a la hora de aprender un idioma es el tiempo que tendremos que dedicarle. Pero, ¿cuántas horas reales tendremos que invertir para comenzar a hacerlo con soltura?

Para poder tener una idea general del tiempo que tendremos que dedicar a la hora de aprender un idioma, es muy importante tener en cuenta algunos factores añadidos.

Dedicación diaria

Resulta obvio que, cuanto más tiempo dediquemos a los idiomas, más rápido los aprenderemos. Sin embargo, tiene mucho que ver también el tiempo diario. Porque, a la hora de estudiar, la intensidad y continuidad en el aprendizaje es muy importante.

Así, no es lo mismo dedicarle una hora al día que enfocarlo como estudio intensivo, acompañado además de complementos (participar en grupos de charla, ver películas y series en versión original…)

¿Qué sería lo ideal? Si el tiempo libre lo permite, poder dedicarle una media de unas 4 horas al día (unas 20 a la semana) parece una buena medida. Ese nivel de intensidad es difícil de compatibilizar con la vida laboral, así que lo más práctico es poder hacerlo durante tiempo de inactividad o en la época de estudio.

Niveles de dificultad

Otro factor a tener en cuenta para poder establecer el tiempo necesario para aprender un idioma es la dificultad del mismo. Porque, en general, a los hispanohablantes nos resultan más fáciles de aprender unos idiomas que otros, dependiendo de la raíz, el grupo lingüístico y otros factores.

Grupo 1 de dificultad: Francés, holandés, inglés, italiano, noruego, portugués, rumano o sueco.

Grupo 2 de dificultad: Albanés, amárico, búlgaro, finlandés, griego, hebreo, hindi, húngaro, islandés, nepalí, polaco, ruso, serbio, tagalo, tailandés, turco, urdu, vietnamita o zulú.

Grupo 3 de dificultad: las lenguas más complicadas como árabe, chino, coreano y japonés.

Horas por grupo

¿Cuánto tiempo necesitas para aprender un idioma de cada grupo? Ésta es la estimación general:

Grupo 1, 600 horas.

Grupo 2, 1200 horas.

Grupo 3, 2200 horas.

¡Adelante!

Como ves, y aunque hay muchos otros factores a tener en cuenta, aprender un idioma en edad adulta es complejo, pero totalmente posible.

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